Desde 1992, siguiendo las
Directivas Europeas de obligado cumplimiento relacionadas con la contaminación
causada por diversas sustancias peligrosas vertidas al medio acuático , el
Ministerio de Medio Ambiente (en sus diversa denominaciones) a través de la
Confederación Hidrográfica del Ebro (C.H.E.) realiza analíticas de agua, sedimentos y
biota (seres vivos) en distintas
estaciones de control de la Cuenca del Ebro, es la llamada Red de Control de Sustancias Peligrosas (R.C.S.P.).
La Directiva Marco de Aguas ya
indicó una serie de sustancias peligrosas que era necesario controlar,
sustancias y métodos que se han ido
ampliando, a través de la Directivas 2008/105/CE y 2009/90/CE traspuestas por la
legislación española en el R.D. 60/2011 sobre Normas de Calidad Ambiental en Ámbito de la Política de Aguas. Desde 1999 existen informes que resumen la
situación en la cuenca del Ebro.
Desde esas fechas hacemos un
seguimiento de los resultados en la cuenca del Cinca que son preocupantes en
relación a algunas sustancias como el mercurio y los DDT,s entre otras.
En 2012 se realiza una redefinición de la RCSP, cambiando la denominación de algunas estaciones , eliminando unas y creando nuevas (entre ellas una en el Vero, aguas abajo de Barbastro) y adaptando las sustancias a analizar a los resultados históricos de los que se disponía y a que cumplieran ciertos criterios, como que tuvieran una tendencia ascendente, concentraciones significativas o que la localización del punto aconsejara mantener el control de esa sustancia. Así las sustancias que a criterio de la C.H.E no fueran significativas se han dejado de analizar y los informes (a partir del año 2012) se han simplificado dificultando el seguimiento y la comparación de ciertos resultados.
EL DDT
El DDT es un compuesto muy persistente en el medio
ambiente, al igual que sus productos de degradación. Tienen todos ellos, alta
tendencia a la bioacumulación en los seres vivos y la exposición a estas
sustancias se ha relacionado con efectos sobre el feto, con la disrupción
hormonal, con efectos a largo plazo en el sistema nervioso y con disfunciones
hepáticas. El DDT es además muy tóxico
para los organismos acuáticos y las aves.
En 1997 a raíz de
una mortandad de peces en el río Cinca aguas debajo de Monzón se detecta unas
concentraciones alarmantemente elevadas de metabolitos del DDT (productos de la
degradación del mismo) de hasta 10.000 veces superiores a las
encontradas en estaciones de muestreo de otros ríos.
La única planta industrial que trabajaba con esta sustancia era Montecinca,
empresa ubicada en Monzón que se dedicaba a la fabricación de Dicofol, un
acaricida que en su proceso de fabricación producía DDT como producto
intermedio y que luego era vertido al Cinca.
Tras diversas denuncias, las administraciones con competencias extreman los controles de la empresa y definitivamente en 2008, Montecinca deja de fabricar el
dicofol finalizando los vertidos de DDT al Cinca.
Los resultados de las analíticas explican por si mismos lo ocurrido con las concentraciones de DDT,s en el Cinca , aguas abajo de Monzón.