martes, 29 de abril de 2014

La Red de Control de Sustancias Peligrosas y el Cinca II

EL MERCURIO


          El mercurio es un metal extremadamente volátil que puede ser transportado a grandes distancias una vez se ha emitido a la atmósfera. Vertido en un ambiente acuático, el mercurio se transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina, que se acumula en los peces, en los animales salvajes y los humanos que los consumen.  En altas dosis puede ser fatal para los humanos, pero incluso en dosis muy pequeñas puede afectar al desarrollo neurológico y producir serios retrasos motores o de comunicación, también se relaciona con trastornos cardiovasculares, renales, hepáticos y de los sistemas inmunológicos y reproductivos. Cuando es ingerido por mujeres embarazadas, el metilmercurio atraviesa la placenta y se acumula en el cerebro y el sistema nervioso central del feto en desarrollo. 
 El mercurio nunca desaparece del medio ambiente, asegurando que la contaminación de hoy seguirá siendo un problema en el futuro.

Las especies que se encuentran en lo alto de la cadena trófica bioacumulan altas dosis de mercurio al alimentarse de peces y crustáceos contaminados.
         Numerosos informes alertan de la peligrosidad de esta sustancia, así como la necesidad de sustituir su uso por alternativas menos tóxicas. Naciones Unidas, a través de su Programa para el Medio Ambiente (PNUMA) hace años declaró que  el mercurio es  una seria amenaza global. Desde entonces, todas las investigaciones apuntan a la misma conclusión: hay que tomar medidas a escala mundial inmediatamente, medidas serias y concertadas que reduzcan los niveles de mercurio en el medio ambiente y que protejan a los peces, animales en los que se acumula el mercurio y que constituyen una fuente principal de proteínas.

         Los problemas de salud originados por este metal, así como su persistencia en el medio natural y su carácter acumulativo hacen aconsejable su eliminación de los sistemas de producción, como es el caso de la Industria del Cloro ya que desde hace años existen mejores técnicas disponibles para la producción de cloro utilizando tecnología de membranas.

La contaminación por mercurio en ríos de la cuenca del Ebro se da principalmente aguas abajo de los puntos donde existen industrias relacionadas con el cloro-álcalis o grandes polos industriales.


Estaciones de la Red de Control de Sustancias Peligrosas con mayores concentración de mercurio en sedimentos, en la cuenca del Ebro

En el caso del Cinca, la producción de Química del Cinca es la mayor responsable de la contaminación por mercurio, contaminación, que a tenor de los datos ha repuntado en los últimos análisis de los que disponemos.




La legislación que regula estos vertidos, el Real Decreto 60/2011 no establece "Normas de Calidad Ambiental" (NCA) para los sedimentos, pero indica la obligación de analizar la tendencia a largo plazo y adoptar medidas para garantizar que las concentraciones de sustancias peligrosas (el mercurio es sustancia prioritaria) no aumenten significativamente, por lo que los datos relativos a concentración en sedimentos de 2012, cercanos a su máximo histórico de 2004, son más que preocupantes.



Sin embargo, en el caso de las analíticas realizadas a peces (biota), este real decreto sí que especifica una Norma de Calidad Máxima que no debe excederse, que de acuerdo a su artículo 7.2 es, en el caso del mercurio y sus compuestos de 20 µg/kg (0,2 mg/kg), por lo que las concentraciones en peces en el Cinca aguas abajo de Monzón son tres veces superiores a las permitidas.

Los datos aportados por los informes de la Red de Control de Sustancias Peligrosas (1*) indican claramente que esta problemática es especialmente grave aguas abajo de las industrias de cloro que todavía utilizan en su fabricación la electrolisis con mercurio y en el caso de Monzón, el incumplimiento  de la legislación existente (transposición de la europea) obliga a realizar el cambio, a la tecnología de membranas,  de forma inmediata.


Notas

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